Charlar con la escritora colombiana Lina Munar alrededor de su primera novela “Imagina que rompes todo”, publicada por primera vez en 2022 y reimpresa en 2023 por Himpar Editores.
Ximena: Gracias por estar aquí en La Cova, y bueno les voy a platicar un poquito de Lina. Ella es una escritora y abogada de Bogotá; ganó en 2017 el Premio del Concurso de Cuento Ramón de Zubiría de la Universidad de los Andes y también obtuvo el segundo lugar en el Concurso Literario “Con il cuore” en Italia. Sus cuentos han sido incluidos en antologías como Bogotá Cuenta y en Cuentos del Altillo; Lina ha publicado en las revistas 070, Matera y la Rompedora. Ha trabajado para Colombia Diversa escribiendo cuentos con base en testimonios de víctimas LGBTI del conflicto armado colombiano y también como traductora para la Comisión de la Verdad de Colombia y el Instituto Internacional de Derecho Humanitario de San Remo y cursó la maestría en escritura creativa en la Universidad de Nueva York. Su novela “Imagina que rompes todo” se desarrolla durante un fin de semana largo, empieza en un viernes y termina un lunes. La narradora, Melissa, es una es una joven que está por terminar el bachillerato y tiene una voz muy fresca, aunque compleja, por momentos llena de humor y por momentos llena de dolor. Parece ser alguien muy segura y de pronto profundamente insegura; vive con su tía Anahí que es una mujer trans, y extraña a su madre que es completamente ausente. Durante este fin de semana, Melissa vuelve al barrio donde creció y se enfrenta a un pasado que tiene que ver con con partes de sí misma que de alguna manera no le gusta tener o que percibe como oscuras. Me gustaría que tú, Lina, empezaras a contarnos sobre esta idea del retorno.
Lina: Claro, bueno gracias Xime por esa descripción de la novela; creo que va muy bien con los temas centrales. Y sí, creo que todo empezó desde que empecé a sentir esa necesidad de querer un personaje femenino que fuera distinto a lo que teníamos o lo que yo leía creciendo; un personaje que no fuera estereotípico, como un grupo de amigos donde todos los demás tienen personalidad pero la niña no, o la que es la más inteligente y la más sensata pero también no tiene personalidad, entonces quería una persona con muchas fallas pero con mucha profundidad, con sentimientos encontrados. Un incidente en particular que me inspiró para la novela se dio en una clase en la universidad. Era una clase de cine y derechos humanos y había una compañera que presentó un proyecto sobre el bullying en los colegios y quería usar personajes de Disney para hablar de bullying y crear una campaña alrededor de eso, pero una campaña que le estuviera hablando a los victimarios y no a la víctima, como pasa mucho. Cuando nos estaba contando esa experiencia, ella empezó a llorar. Nos contó que fue la bully de su colegio y que ahora, años después, miraba hacia atrás con mucho dolor. Fue muy impactante porque estamos en la universidad y nadie quiere llorar en público y ver que el momento de dolor era tan fuerte, que esa compañera, sin conocernos, quiso no sólo hablar de esas problemáticas sino mostrar todo el dolor que todavía cargaba, me pareció algo muy impactante. Hay mucho más sobre hombres o niños alrededor de esa figura del bully, y no tanto niñas; sin embargo, creo que todos hemos sido el bully de alguien y todos hemos sido víctimas. Era una oportunidad muy interesante para empezar a pensar de dónde viene el bullying, de dónde viene la niña, cómo se ve eso en una ciudad como Bogotá, cómo se replica la violencia porque Melissa viene de un contexto de violencia familiar. También pensar en un barrio donde la violencia se vale un poco como el lenguaje del día a día, y pensar en el después y en teoría cambiar, ¿qué pasa si tienes que volver a enfrentarte con ese pasado? Las personas pueden cambiar, qué significa cambiar, y creo que algo chévere de la novela fue explorar eso con distintos personajes, cada uno trayendo su idea del cambio. Ahí también está la historia de la tía, en su caso la historia de la transición que no es un antes y un después ni un absoluto rígido, sino algo mucho más complejo. Sigue siendo la misma persona pero más feliz, y entonces creo que esa fue la chispa que se fue expandiendo en lo que se convirtió la novela.
Ximena: Sí, algo de lo que me encanta en esta novela es la complejidad de Melissa; hay muchos momentos en donde es difícil entender qué es lo que yo estaba sintiendo por ella. Tiene diferentes facetas, tiene arrepentimiento y otras veces considera que lo que hizo es lo que tenía que haber hecho. Ahí es donde encuentro el espejo, a todes nos ha pasado, decirnos “híjole, por qué actúe de esa manera”.
Lina: Yo estaba trabajando como practicante en la Jurisdicción Especial para La Paz en Colombia, que tiene que ver con el fin del conflicto armado. Estaba en la sala de Amnistías donde llegan los que fueron excombatientes a pedir amnistías por crímenes que cometieron durante el conflicto y eso toca muchos puntos; no solamente como sociedad, cómo seguimos con eso. Al mismo tiempo, se trata de personas que fueron reclutadas siendo menores de edad y tal vez nunca tuvieron otra oportunidad, o personas que fueron coaccionadas, o que de verdad era eso o nada, no había oportunidades. Fue un momento de ver cómo se desdibuja esa línea entre buenos y malos. Para mí era muy importante explorar un personaje femenino que no tuviera una línea muy clara y pudiéramos verla en momentos de ternura, porque además la idea era buscar una voz que estuviera muy cerca del lector. Sabía que Melissa haría cosas cuestionables, y quiero que el lector acompañe a esta chica a través de la historia y se sienta cercana, entrañable. Digamos que la construcción de personajes era muy importante para asegurarse que uno quiera seguir hasta el final; un personaje que simplemente no se arrepiente y va por ahí lastimando personas, pues es difícil querer ir leyendo hasta el final. Más bien esto es una exploración de una rabia y un dolor muy profundos que no justifican el dolor que ella causa a las demás personas, pero sí hay una interrogante por saber de dónde viene y qué hacer con ese dolor. Nosotros mirando hacia atrás, al menos alguna vez, creo que todos hemos sido un bully para alguien, y tal vez es algo menor pero es imposible saber qué tanto lastimamos al otro con un chiste, un comentario, un no invitar a alguien a algo, un chisme que corrió por ahí, cualquier cosa puede ser. Muchas veces ese lastimar a los demás son pistas de algo que está pasando dentro, y creo que es algo que queda muy claro en la novela, que todas esas malas acciones venían de algo interno con lo que la protagonista no podía lidiar o no sabía cómo lidiar en especial cuando era más pequeña.
Ximena: De hecho una de mi una de mis escenas favoritas de la novela, sin hacer spoilers, es una escena en la que Melissa va a disculparse con una persona. Ella asume en algún punto que su disculpa va a ser aceptada y no es así, y eso llamó mucho mi atención. Quería preguntarte cómo es que se te ocurrió hablar de esta sutileza, de la idea del perdón y de la posible no aceptación.
Lina: Bueno, en la narrativa parece que pedir perdón está bien siempre, y después la gente te perdona y súper bien. Y creo que es una narrativa importante con los niños para enseñar, pero a veces no refleja la vida real. Todos tenemos un poco la expectativa de que eso es lo que va a cerrar el tema y ya quedamos a mano. El perdón es también un tema que se ha estado hablando mucho en la Jurisdicción Especial para La Paz cuando hay víctimas confrontando a victimarios que habían perpetrado crímenes durante el conflicto armado. Se hablaba mucho de perdón, de reconciliación, pero la víctima no tiene por qué perdonar. Una cosa es aceptar o seguir adelante, pero el perdón no es algo a lo que el perpetrador tenga un derecho en particular, y eso es difícil para alguien que realmente está arrepentido. Creo que en estos periodos de posconflicto es donde se habla mucho del perdón y lo que eso significa y de que las víctimas no tienen ninguna obligación de perdonar. Tal vez hay cosas que no se pueden perdonar, o que necesitan más tiempo y también llama la atención por qué las personas están pidiendo perdón. Saber si el perpetrador de verdad quiere reparar o si quiere una absolución de culpa; acá tenemos este personaje que cree que cambió y que todo está bien, y cuando algo se sale un poco de ese guión suscita muchas dudas en ella que traen todavía mucha rabia y está en ese proceso de desaprender conductas. De ahí vino esa idea de ¿qué pasa cuando el perdón no se acepta? Eso descoloca.
Ximena: Melissa, además de haber sido bully, también es una víctima y creo que no es fácil crear una una voz como la que lograste donde no hay melodrama. Lograr esto es dificil cuando se narran vivencias duras. ¿Cómo construiste esta voz?
Lina: Gracias Xime, y creo que en tu libro también eso es algo que yo admiré, el lidiar con temas muy pesados y con trauma de una forma que no se sienta melodramático. Y la violencia en mi libro es destinta a la que se narra en tu libro, pero creo que en ambos las voces no caen en las trampas del melodrama. Elegí una primera persona donde yo sentía que fluye bastante y era importante poder estar dentro de la cabeza de mi protagonista. Prefiero escribir en primera persona y me gusta poner mucho humor, siento que la primera persona es un buen vehículo para aprender del personaje. Una influencia importante para mí fue Fernando Molano, el escritor colombiano de “Un beso de Dick”, porque al leerlo había algo muy fresco pero no simple, igual captura muchas complejidades pero de una forma muy ligera, divertida y al mismo tiempo bella. No todo tiene que ser una voz muy retirada del día a día, sino que se pueden usar expresiones coloquiales, se puede jugar, se puede usar el humor, y creo que ese fue el libro que más valor me dio para hacer una voz cercana.
Ximena: Sobre el barrio en el que se ubica este fin de semana, me encantaría que nos platicaras un poco de la elección.
Lina: Bogotá es un universo, cada 2 cuadras hay algo distinto y cada zona tiene su propia naturaleza. Para mí era importante un barrio que sirviera a los temas de la novela y entonces el Corpus Cristi, el barrio donde pasa todo, es inventado. Recoge experiencias de varios barrios y anécdotas coleccionadas para crear esta especie de mundo de donde viene Melissa. Ella ya salió de este barrio y está a punto de volver a entrar, pero para entenderla creo que era bueno tener un barrio muy definido y además un barrio muy distinto a aquél en el que está ahora con la tía.
Ximena: Ahora que mencionaste a Anahí, la tía, ¿por qué elegiste que fuera una mujer trans?
Lina: Desde el principio sabía que esta era una historia que cuestionaba a la familia nuclear, que es un poco sospechosa. Sólo porque alguien tiene un vínculo biológico, no significa que automáticamente sea un buen guardián, una buena madre, o un buen padre, y como contraposición a esa sospecha o a esa crítica, tenía que haber una persona que sí fuera importante en la vida de Melissa y no por vínculos biológicos necesariamente, sino por ser la persona que está ahí para ella y que por primera vez le ofrece un verdadero espacio de seguridad física y emocional. Pensé, quiero que sea alguien de la comunidad LGBTI porque yo soy miembro y también porque creo que hay mucha desinformación sobre cómo son las personas de esta comunidad, en especial queer o trans. Yo acá estoy cerca de una persona trans a la que quiero, y ahora la veo feliz. Entonces pensé en que hay algo muy bonito en eso, hay algo que habla del cambio, va de la mano con los temas del libro, y aunque mi amigo es un hombre trans pensé en las mujeres trans porque están siendo atacadas de muchas formas por muchos frentes. Hay mucha persecución a veces violenta; hace poco en Colombia hubo un asesinato horrible de una mujer trans y conocer a este personaje quita un poco los miedos y el estigma que a veces la gente asocia con las mujeres trans y la desinformación que ronda. Ha sido un personaje muy bien recibido y eso me alegra; me acuerdo de una lectora que tenía como 78 años y me dijo que después de leer la novela cambió su opinión sobre ciertas cosas. Me hizo pensar que tal vez un par de electores podrían acercarse al mundo trans sin caer en los estereotipos de siempre. Es decir, que no se enfocara en el tema quirúrgico médico de la transición, sino en el lado más emocional, y que fuera un personaje que se sintiera complejo, que no estaba ahí para ser reducido a estereotipos.
Ximena: Me gustó mucho que esta persona, la tía Anahí, no fuera la personaje central ni que su historia fuera la principal, porque su presencia se va normalizando en la vida y en las historias. Los libros que he leído sobre historias que involucran mujeres o hombres trans, cuentan la transición o lo que sucede al desear esa transición, o la violencia sobre sus cuerpos. Aquí es una persona más en la historia.
Lina: Bueno, obviamente las historias sobre transición y con personajes trans son importantísimas y creo que es muy bueno cada vez tener más acceso a más; pero acá yo no quise ni puedo capturar lo que es esa transición, sin embargo sí puedo hablar de alguien cercano que transicionó y tal vez es una perspectiva que también sea interesante. Además el hecho de que la historia esté a través de los ojos de Melissa me ayudó a normalizarlo, como cuando simplemente saca una línea y dice “ah cuando todavía era el tío Roberto”, en fin, algo muy casual.
Ximena: La madre de Melissa a mí me dolió muchísimo. Esa relación madre-hija fue durísima y creo que lograste tratar ese tema de una forma muy interesante porque la mamá de Melissa es también muy joven y en ese sentido pareciera que está viviendo una adolescencia tardía. Al mismo tiempo es durísimo lo que hace.
Lina: Es un tema que quería tratar porque a medida que empecé a desarrollar la idea de una madre que viene a ver a su hija, y para las dos es raro porque no se conocen muy bien, me pareció como una moneda interesante. Creo que a las madres es muy fácil juzgarlas, ¿no?, como que todo el tiempo hay un juicio a la madre, todo el tiempo hay como un juicio y era importante mostrarla y mostrar que no tiene una madurez emocional y entender por qué actúa de esta forma, por qué no ha hablado con Melissa en tanto tiempo. Quería una sensación de la mamá de Melissa que también ha pasado por muchas cosas y también fue una mujer con la maternidad muy joven, hay que entender de dónde viene la mamá de Melissa, de dónde viene Melissa, porque ambas han tenido que ver con contextos difíciles y sin un apoyo suficiente. Entonces la madre también termina siendo víctima y victimario de nuestras dinámicas, un esfuerzo que quería hacer con la mayoría de los personajes cuando iban a hacer algo cuestionable o reprochable. Que al menos tuviéramos una idea de de dónde viene eso, por qué está pasando, por qué está actuando así. Es gente con heridas que no sabe cómo no pasarle esas heridas al otro.
Ximena: Mi última pregunta tiene que ver con la construcción de la novela en su estructura. Me gusta mucho que tenga un lapso de tiempo corto, de viernes a lunes, y aún así cuenta muchísimas cosas que salen de ese periodo de tiempo; nos trasladas al pasado, nos regresas al presente.
Lina: Cuando se me ocurrió usar ese formato creo que fue como una chispa. Ya me sentía bien para empezar a escribir, y el formato fue como el chispazo para empezar. Sentí que fue un muy buen formato para tener una estructura fija y poder moverme en el tiempo, un poco sobre todo hacia atrás y dar episodios, dar flashbacks, pero siempre tener como un ancla que te vuelve a traer.
Ximena: Aprovechando que estás aquí me encantaría saber qué estás escribiendo ahora.
Lina: Estoy escribiendo una segunda novela y estoy cerca de terminarla. Tiene temas parecidos a la primera, aunque es distinta. Muchos temas sobre la familia, los secretos, por supuesto personajes LGBTI, y estoy trabajando en un libro en inglés para niños que ha sido chévere porque es la primera vez que escribo para niños. Además “Imagina que rompes todo” se va a traducir al inglés y eso también es emocionante.
Ximena: Qué maravilla, felicidades Lina. Y una duda, este libro yo lo compré en la feria del libro de Nueva York. ¿Se puede conseguir en línea?
Lina: Sí se puede conseguir en línea en Colombia y en Ebook para internacional. También en audio book. Y bueno, mi Instagram es LINMUNAR, ahí pongo cosas gay y literarias.
15 DE ABRIL DE 2025